Fue lamentable el día que supo todo lo que le deparaba la vida. No pudo acomodar sus ideas rápidamente, no sabía actuar, ni siquiera fingir para él mismo que todo estaba bien.
Acomodó sus pocas pertenencias en un bolso y se fue sabiendo que todo lo que dejaba aunque fuera su vida, no iba a hacerle falta, nada ni nadie le haría falta. llamó solo a dos personas que quizás sí lo extranarían, La expresión de una de ellas fue tal que todo lo que supo hacer en su mente fue confirmar la necesidad de desaparecer. Aquella que tanto le habia dado, no dijo mas que "Espero no me olvides" él supo que en otro momento hubiera llorado y reído y caminado con una sonrisa en su boca con tal expresión de amor, pero en este momento no fue suficiente. Él necesitaba mucho más. Cortó la llamada y se dispuso a hablar con su mejor amigo, no tuvo la necesidad de contarle nada, con el tono de su voz, él sabía que no volvería a verlo. su amigo le dijo "me voy con vos yo tambien necesito cambiar" pero tambien sabía que no serviría de nada llevarse el mas grato recuerdo de su vida pasada, entonces dijo "No" y cortó nuevamente. se dispuso a caminar, primero recorrió sus lugares preferidos, luego aquellos que le guardaban lindas anécdotas y por último los que nunca olvidaría, aún si sus memorias fueran malas. Se sentó un momento en la plaza donde su ahora ex-novia le habia dicho que lo amaba, se sentó en el mismo lugar y como si fuera un espectador del momento, revivió cada segundo, cómo pasa el tiempo, pensó. el dia es igual, pero ni yo ni ella ni el mundo es el mismo. Miró a su alrededor y se dió cuenta que todo le recordaría a ella. De su bolso saco un libro, su mas grande pasion, sólo le quedaban un par de hojas para terminarlo y ahi sí sería definitivo el desarraigo con esa tierra en la que tanto vivió y en la que tantas veces murió.
Cien años de soledad era el libro, Gabriel García Marquez sabia como escribir. Siempre le fue fácil identifcarse con él. En cada personaje de ese libro, habia un pedazo suyo, y a pesar de que lo leyo muchas veces, siempre se sorprendia o lamentaba las suertes de quella familia eternizada en esas hojas que tantos mas años que todos nosotros vivirán.
Nadie entendió nunca el afecto que tenía a ese libro, aunque una vez a su amor se lo explicó, no trató de que entendiera simplemente le dió un vistazo de lo que él sentía. "Me gusta porque a pesar de todo, a pesar de las tragedias escritas, de los rencores y pecados, a pesar de todo eso, la soledad tiene un límite. El título me da esperanzas".
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